>Congresos>Comunicaciones> La "infant observation" en una situación de crisis aguda

La " infant observation " en una situaci≥n de crisis aguda

Enrica Crivelli, Giuliana Ziliotto - Psic≥logas y Psicoterapeutas
Empresa " Hospital Mayor de la Caridad " de Novara

 

Ester Bick organiza unos seminarios en el Servicio de Neuropsiquiatrøa infantil de nuestro hospital, al principio de los a±os '70 (1970-1973) por iniciativa de Marcella Balconi. En un clima relajado y disponible se encuentran dos estudiosas provenientas de dos escuelas donde se consideraba, desde siempre, la observaci≥n un instrumento de conocimiento y formaci≥n.
A trav?s de la supervisiones de E. Bick, tanto sobre material de "baby-observation" como sobre material clønico, experiencias y tecnicas s≥lo aparentemente diferentes, se son juntas; asø se ha abierto un camino para una "infant-observation" aplicada en el campo de la formaci≥n y de la prevenci≥n primaria.

Nosotros trabajamos sobre patologøas ya en acci≥n, en un servicio de psicoterapia infantil. Recogendo las anamnesias y con los estudios "catamnesticos" hemos observado como los riesgos mayores se encuentran en una profunda soledad post-partum: cuando la mujer estß demasiado sola para afrontar a todas las angustias que el ni±o evoca y se verifica un "non- contenimiento" da parte de la famiglia y del marido.
Anßlogamente las madres que estßn pasando malos ratos, en soledad y que van buscando ellas mismas un apoyo, son las que aceptan la presencia de un observador-infant, de ordinario propuesta por los ginec≥logos.
Una t?cnica tanto importante cuanto la "infant-observation", durante el primer a±o de vida, podrøa ser utilizada como prevenci≥n de los riesgos patol≥gicos ?
En esta ≥ptica hay dos posibilidades para los padres: la "infant-observation" y coloquios mensuales con otros colaboradores del equipo. Esta puede ser una manera para ayudar a los padres: acercarse y reflexionar sobre el ni±o, desarrollar la "rΩverie", encontrar respuestas que no sean s≥lo røgidas f≥rmulas.
Los padres pueden aceptar o no aceptar esta posibilidad. Sin embargo, cuando la "infant-observation" se±ala el nacimiento de una patologøa, nosotros creemos que la presencia del observador no sea bastante.
A·n mantenendo el "setting" estudiado por E. Bick, el observador sin dirigir o entre meterse, procede con intervenciones sencillas, pero con la intenci≥n de mejorar la relaci≥n entre madre y hijo. Con este motivo, vamos a ilustrar un caso de "infant-observation" aplicada a una situaci≥n de urgencia-emergencia, donde la neutralidad no se podøa mantener.
Las salas de obstetricia, se±ala una crisis aguda (psicosis-puerperal) en una joven mujer, que ha apenas dado a luz un ni±o; ?l presenta succi≥n diføcil, debøl y lenta, un sensorio entorpecido, una leve hipotonøa muscular generalizada con una posible hidrocefalia. Se decide una intervenci≥n sobre la pareja madre-hijo, asø articulada:
- apoyo farmacol≥gico y psicoterßpico para la madre, da parte del Servicio Psiquißtrico;
-apoyo domiciliario para la madre, da parte de una enfermera psiquißtrica;
-"infant-observation" da parte de una observadora (psic≥loga y psicoterapeuta de nuestro Servicio).
Aquø, por la primera vez, se experimenta la t?cnica de la observaci≥n en una situaci≥n de patologøa declarada y de urgencia.
Vamos a referir y comentar en resumen la historia de esta "infant-observation".

Andrea, nacødo a t?rmino, desde un parto espontßneo, con un peso de Kg. 3,200, ha sido hospedado en neonatologøa por un mes. Es lactado s≥lo una vez por el seno materno, despu?s chupa la leche de su madre por el biber≥n. Despu?s de unos dias han recurrido a la leche artificial, cuando la madre debe tomar fßrmacos para contener la crisis psic≥tica.

Ahora referimos unas noticias sobre la famiglia de Andrea.

Los padres estßn casados desde un a±o y viven con la abuela paterna, viuda desde dos a±os. El padre, 24 a±os, primog?nito de dos, es un ferroviario. Hombre frßgil, inmaturo y s·cubo de su madre, ha aceptado el nacimiento del ni±o con reacciones de tipo manøacal y no se ha ofrecido c≥mo "contenimiento" a la pareja madre-ni±o, prefiriendo retirarse.

Sobre la madre no se sabe mucho; 19 a±os, obrera, proveniente desde un paøs confinante. Primog?nita de tres. Tiene una malformaci≥n en un pie, pero no se ve cuando pasea. In ella hay vividos de profunda devalorizaci≥n, unidos tambi?n a un sentido de "valer poco" en su famiglia, donde se prefiere la segundog?nita.

La observadora encuentra la se±ora en el hospital, 14 døas desp·es del parto. Estß sostenida por el marido y la suegra, entorpecida por los farmßcos "...los ojos casi cerrados, la cabeza que bambolea...". La "infant" en famiglia empieza el 27? døa, cuando madre y ni±o vuelven a casa. Ya desde las primeras observaciones es evidente la gravedad de la situaci≥n. Hay un ni±o entorpecido y una madre, que despu?s de la crisis, evidencia modalidades muy infantiles en la relaci≥n. El ni±o es, para ella, casi una venganza contra su famiglia de origen; pero la se±ora no se pone como una figura privilegiada en la relaci≥n con su hijo, aceptando la mediaci≥n de otros familiares.

Andrea, que entretanto ha sido transferido desde la cama de sus padres a la cama de su abuela, sufre de insomnio nocturno.
Pronto nace el problema de la relaci≥n madre-abuela.

Se observa una intervenci≥n masiva de la abuela que se interpone en la relaci≥n madre-hijo. En las observaci≥nes, la abuela, constantemente, se apropia de los discursos, ofrece instrucciones y puntualizaciones a la observadora, asø como consejos prßcticos a la nuera. Parece que ella, continuamente crea la nuera una incapaz, buscando, a menudo, alianza con la observadora. Muchas veces dice al nieto frases como: "...pobre Andrea, qu? te hace tu mamß..." puntualmente cuando la relaci≥n madre-hijo podrøa reforzarse.

La madre nunca se opone a estas intrusiones, se limita a sonreør. Por otra parte, en sus narraciones, usa con frequencia el pronombre prural "nosotros", sobretodo hablando de hechos desagradables, como si no fuera todavøa capaz de asumirse la responsabilidad de lo que occurre. Mientras utiliza el pronombre "yo" cuando refiere hechos agradables.

Para la observadora es siempre mßs clara la necesidad de "contenimiento" de la madre.

Aquø tenemos dos diferentes maneras de ser, de la se±ora: cuando hay la suegra, vuelve a ser una ni±a que ejecuta, cuando estß con la psic≥loga es una mujer que intenta reflexionar. La madre habla mucho con la psic≥loga de sus primeras experiencias con su hijo. Habla de su propia infancia tambi?n, aunque en manera superficial y a menudo, en modo repetitivo, probablemente para frenar el persecutorio contenido en estas experiencias.

Alrededor del 2? mes de vida, para la Psiquiatrøa no es mßs necesario seguir la situaci≥n, porque la crisis psic≥tica aguda ha sido resuelta, por lo tanto quitan el apoyo domiciliar.

La psic≥loga estß muy preocupada por lo que estß occurriendo y habla de la situaci≥n en los encuentros de supervisi≥n, dirigidos por Marcella Catala (psicoanalista S.P.I. habilitada a la supervisi≥n "infant-observation" por Ester Bick).

En Andrea parece evidenciarse un cierto psicomotorio pero se notan tambi?n unas potencialidades: se mueve poco, pero busca la mirada materna, a veces muy profundamente y parece posible una recuperaci≥n.

La observadora sin embargo estß preocupada: por la incapacidad de la madre en el tolerar la intensidad de la relaci≥n, por su torpeza, casi un espejo de la que manifesta el ni±o y por su hablar demasiado poco a su hijo. Se decide seguir con una observaci≥n partøcipe, para ofrecer a la madre,por un "contenimiento" mayor, un estømulo para el desarrollo del ni±o y una valoraci≥n de sus capacidades de asimilar.

La psic≥loga procede con peque±as intervenciones sobre la madre, mostrando de entender sus dificultades con un hijo asø frßgil y sobre el ni±o intentando ayudarlo en el se±alar sus necesidades evolutivas y de atenciones.

Andrea 8 mesesy 27 døas: el ni±o bate palmas sobre el rellano del sill≥n y sobre el brazo de la madre, que lo bloquea muchas veces. A poco rato Andrea intenta tomar el arroz con las manos, la madre lo para dicendole que no se puede tocar la comida con las manos y se pregunta el porqu? de estos movimientos. La psic≥loga interviene notando "...el arroz es una cosa nueva y interesante...todos los ni±os de su edad hacen lo mismo..."; pero el ni±o se bloquea, empieza a mirarse las manos y no come mßs. La madre parece preguntarse "estß estudiando sus manos?". La psic≥loga "parece casi que piense para que le sirven las manos, puede usarlas para bater...para tomar la comida, para tocar la mamß. El ni±o vuelve a bater, tocar y la madre aunque todavøa ensegura no osa bloquearlo mßs.

Otra veces las intervenciones tienen como fin el romper el juego proyectante de madre y abuela hacia Andrea y abrir una vøa para una posible "reverie"

Meses 7, døas 9: ...la abuela quita desde la mano de su nieto el biber≥n, creyendolo peligroso y le ofrece un anillo para dentici≥n. El ni±o estß indeciso, perplejo. La madre le propone de nuevo el anillo, pero Andrea alarga los brazos hasta el biber≥n; la mamß mira la observadora con aire interrogativo y la psic≥loga dice "el biber≥n me interesa mßs...". La mamß le da el biber≥n y vive un momento intenso con el ni±o. Bajo la mirada preocupada de su madre, el ni±o intenta tomar el biber≥n con sus manos, no tiene ?xito, pero intenta con costancia. La madre estß mßs preocupada y la psic≥loga comenta "estß experimentando sus capacidades...".

Finalmente el ni±o logra ?xito en su empresa y la madre exclama: "lo ha hecho!".

El desarrollo del ni±o, despu?s, evidenciarß muchos problemas sobre el discurso de Ester Bick sobre la musculatura; desgraciadamente otras vicisitudes se±alarßn pesadamente la evoluci≥n de Andrea, que hoy tiene 12 a±os y es seguido por nuestro Servicio.

La oservaci≥n, a·n en su peque±a variante que pirmite a la observadora-psicoterapeuta unas intervenciones concentradas sobre la relaci≥n madre-ni±o, ha sido seguramente, un instrumento insuficiente para una problemßtica asø compleja. La observaci≥n, sin embargo, ha permitido el "contenimiento" de la situaci≥n en la fase aguda de psic≥sis puerperal materna, ha determinado un primero puente directo de comunicaci≥n entre madre- hijo, el conocimiento precoz de una situci≥n grave riesgo y por fin ha sido una premisa para otras intervenciones mßs mirada.

 

Bibliograføa :

? E. Crivelli - D. Vigna "La madre e il bambino, esperienze di osservazione" ( Borla, Roma 1981)

? C. Gallo Barbisio - P. Lepoardo -S. Mazzetti "L'aggressivit? materna" ( Torino,1993)