>Congresos>Comunicaciones> La separación: Una observación directa del niño en el asilo-nido

TERCER COLOQUIO EUROPEO Y PRIMER COLOQUIO INTERNACIONAL SOBRE OBSERVACION DE BEBES.

OBSERVACION DE BEBES/ METODO ESTHER BICK / LA AUTONOMIA.
BARCELONA : 26, 27, 28, 29 /9/ 1996.

LA SEPARACION : UNA OBSERVACION DIRECTA DEL NINO EN EL ASILO-NIDO.

Cristina Pratesi y Chiara Cassese.

El tema de esta comunicación es una reflexión sobre el proceso de separación como lo ha revelado la observacion directa de los niños de asilo-nido.

Esta experiencia, que es parte de un proyecto de formación profesional y actualización de conocimiento de los empleados del sector, promovido por el Ayuntamiento de Florencia con la colaboración del Servicio Sanitario Nacional, sector local U.S.L. 10/C desde 1986, ha tenido ademas de una función formativa concerniente el escuchar y observar, tambien una función didactica (puesto que el estudio ha hecho posible ya sea la observacion de los procesos generales de desarrollo del niño, que los procesos mentales subyacentes ). Este ha realizado tambien una función “ terapeutica” respecto al mejoramiento de las relaciones entre los adultos participantes y ha contribuido a la creación de un verdadero grupo de trabajo.

ANALISIS DE LAS OBSERVACIONES

Del analisis de las tipologias comportamentales, han sido posible sacar las conclusiones generales que exponemos a continuación.

El modo de encarar la separación cambia segun la edad del niño ; sin embargo la mayoria de los niños lloran o manifiestan alguna forma de protesta, pataleando o agarrandose a uno de los padres en el momento que el o ella se preparan para salir.

La reacción de los padres a las protestas del niño son a menudo conflictivas: algunos se quedan mucho tiempo haciendo el momento de la separación mas extenuante, mientras otros se van sin siquiera saludar. Tales comportamientos llevan a un enfoque del problema de la separación que el padre o la madre tiene que encarar.Los niños, a menudo enfrentan este momento con un comportamiento oscilatorio, y a traves de estas oscilaciones dirigen la atención alternativamente del progenitor a la maestra.

Esta tendencia oscilante permite repetir y elaborar la separación y hace que la angustia relacionada a la separación se mantenga a un nivel tolerable.

En esta fase, en el caso de niños mas grandes, el acto de mirar parece transformarse en un modo de agarrarse al progenitor, semejante al modo fisico de agarrarse de los mas chicos y representa una forma mas desarrollada de establecer una relación con personas y cosas distantes.

Sin embargo, en ciertas circunstancias, inclusive los niños que han adquirido un comportamiento mas maduro efectuan una regresión cuando se encuentran en una situación dificultosa.

Esto ocurre a menudo cuando un niño vuelve a la escuela tras un periodo de enfermedad.

En el caso de Fabrizio, un niño de 30 meses, tal vez su propia imagen reflejada en un espejo le recordó que no estaba con su madre. Durante el periodo de observación, Fabrizio alternaba momentos de depresión en los que extrañaba a su madre y en los que todos sus movimientos tenian un ritmo perezoso, a momentos de hiperactividad. Excitandose, trataba de compensar la perdida de su madre en forma maniacal : la pena y la confusión se convertian en excitacion.

La situación que se produce tras un periodo de enfermedad, nos permite observar como la experiencia de una buena relación primaria permite al niño tolerar la ansiedad causada por la separación : si en su mente existe la imagen de una madre amorosa que ha sido capaz de controlar sus accesos de ira y envidia producidos por la frustracion, el niño se vuelve lo suficientemente fuerte como para tolerar la separación.

Casi todos los niños en el momento de la separación pasan por un periodo en que parecen estar absorbidos por ellos mismos; no se encuentran integrados en el ambiente. En este momento de transición no se sienten capaces de establecer una relación con otros niños.

Federico,por ejemplo, un chico de 20 meses, asumió un comportamiento imitativo de sus compañeros en vez de establecer una relación con ellos.

Despues que sus padres se los dejan en la escuela y se van, estos niños se dirigen a la figura de la maestra, estableciendo una relación muy estrecha, fisica con ella.

En ese proceso usan con frecuencia objetos: los niños necesitan algo concreto a que aferrarse. A veces es un jugete, al que la maestra se interesa junto con el niño,para dejarlo luego en sus manos. A veces a los niños se les da un bizcocho: lo sujetan firmemente en su mano, casi agarrandose al mismo, mientras gradualmente toman contacto con el ambiente. Luego, la presa se afloja lentamente, y los objetos son abandonados y olvidados.Con frecuencia los mismos objetos se recobran de nuevo al final del dia escolastico o durante una situacion dificil.

Sin embargo, estos objetos no los ayudan a entender lo que les esta pasando: por ello las maestras tienen que ayudarlos a comprender mejor sus sientimientos y a contener sus emociones agresivas.

La maestra desempeña una función reparadora, como por ejemplo cuando un objeto se vuelve a poner en su lugar.


Los niños mas grandes se encuentran menos oprimidos por la angustia de la separación : con mayor rapidez vuelven su atención hacia otras actividades y se dejan confortar y distraer mas facilmente por la maestra, buscando activamente la atención de ella. Tienen una mayor capacidad para comprender que una vez que el progenitor los deja, con seguridad va a volver. Experimentan un proceso de crecimiento mas complicado para mantener la relación interior con la madre; son capaces de preservar la idea interior de una “buena madre “ que se ocupa de ellos. La sensación de ser capaz de preservar algo bueno en ellos los ayuda en la separación y tambien a recobrar la propia “parte buena “.

Al integrar los impulsos agresivos y conectar la realidad interior y exterior el niño se vuelve capaz de asociar cosas y establecer una relación simbolica entre los elementos presentes y los ausentes.
El caso de Irene, de 11 meses, puede ser tomado como ejemplo.

Despues de haberse ido su madre, Irene lloró entre los brazos de la maestra quien, tratando de calmarla, le enseñó varios objetos.La niña parecia preferir los objetos amarillos; el amarillo, nos refirió la maestra, era el color que a su madre le gustaba ponerse. La asociación que llevó a la niña a preferir ese color, reveló su capacidad de evocar, en forma simbolica, la unión con la madre ausente. Durante la ausencia de su madre y en presencia de la maestra, Irene trató de aprehender algunos conocimientos: efectuó una operacion mental que empezó por un proceso de comprensión emocional y terminó por la elaboración de la ausencia.

Estos episodios en los que tienen lugar ya sea conexiones de correlación que relaciones simbolicas, tienen un rol especifico en un proceso que marca un cambio gradual; desde una especifica fase tipica de la infancia (que està caracterizada por sensaciones y en la que las distinciones del niño oscilan entre confortacion y placer, inquietud y desagrado )hasta un nivel mas complejo del proceso, en el que sensaciones y percepciones se elaboran en sentimientos y pensamientos.

En los momentos que siguen la separación ciertas fases recurrentes recuerdan a las que atraviersa un niño durante el proceso de crecimiento: el niño comienza desde el uso de un objeto como instrumento de consuelo, al uso del mismo, en modo transicional, dentro de un campo de intercambio y control por medio de la manipulacion, que lo lleva luego a una interacción con los demas.

La salida de la escuela es para el niño un momento conturbador del proceso que acarrea una doble separación: por un lado la separacion del ambiente escolastico, por el otro, el encuentro con el progenitor, que restituye las emociones sentidas en el momento de la primera separación del mismo.
Los niños mas pequeños usan la llegada de los progenitores como si hubieran suprimido la figura parental de sus mentes,comportandose en consecuencia como si les costara reconocer a el o a ella. Llegan hasta el punto de pensar que la separación es un vacio absoluto, y que esta separación no puede culminar en una nueva llegada; esto implica que la figura parental interior ha desaparecido de sus memorias. Estos niños muestran cierta dificultad en separarse del ambiente escolastico; Giovanni, por ejemplo, un niño de 15 meses, queria llevarse algo; como no se le permitio, se cayó.

Al momento de salir, episodios en los que algunos niños se caen o tropiezan con algo, se producen frecuentemente y pueden ser interpretados como expresión de sientimientos conflictivas.

En el momento de la salida, la mayor parte de los niños que eran observados parecian tener mas confianza en si mismos que en el momento de la llegada: parecia como si habiendo estado en la escuela, los aspectos mas independientes de sus personalidades hubiesen aflorado. Estos chicos se identifican con la figura del “dueño de casa” y presentan el progenitor a los companeros o a la maestra, o le muestran lo que han hecho durante el dia.

Por ejemplo, Sara, de 35 meses, pidió a su abuelo con un tono de voz autoritario que cerrara la puerta. Parece como si estos niños tratan de hacer una inversión de roles entre adulto y niño, identificandose ellos mismos en el rol del adulto y tratando de controllarse en el momento en que sus roles subordinados son reconfirmados al ser llevados fuera de la escuela. La separación del ambiente de la escuela resulta facilitada por aquellos padres que permiten a sus hijos hablar de sus experiencias o por aquellos que les permiten explorar el ambiente una vez mas antes de llevarselos a casa.

CONCLUSION

Hemos visto que los niños reaccionan a la experiencia de la separación en maneras muy diferentes, segun las edades.

Los mas pequeños tienen con frecuencia reacciones que engloban la totalidad de su parte fisica. Esto puede tomar la forma de un comportamiento frenetico o retrasado.

Los niños mayores manejan la separación de manera mas competente: son capaces de usar la comunicación visiva y verbal mas que los pequenos.

De cualquier modo en ambos casos, cuando la idea interior de una buena madre es suficientemente fuerte, los aspectos mas independientes de la personalidad del niño afloran, permitiendole asì de no quedar abrumados en la angustia de separación.